ANTECEDENTES

A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, una plaga conocida como filoxera, provocó la desaparición de numerosos viñedos en Europa, ocasionando graves pérdidas económicas y sociales debido al impacto de esta enfermedad en las zonas donde la actividad vitícola era el único medio de vida. A raíz de esta situación, se procedió a la implantación de patrones ( plantas ) de vid americanos, cuya característica específica, entre otras, es su resistencia al ataque de la filoxera, permitiendo que la planta de vid no sucumba ante la manifestación de esta enfermedad.

Surge así el nacimiento de una nueva actividad económica, la del vivero productor de patrones de vid americanos, destinado al suministro a los agricultores de estas plantas para proceder a la replantación y realización de nuevas plantaciones de vid.

Con el tiempo, y ante los nuevos retos de la viticultura, se hizo necesario investigar y mejorar la calidad del material vegetal de vid que se utiliza en las nuevas plantaciones, dando ello lugar a estudios encaminados a la obtención de nuevos patrones americanos resistentes a determinadas condiciones climáticas, de suelo, salinidad, etc., y dentro de cada variedad de patrones, distintos clones con características específicas en cuánto a producción de madera, vigor, desarrollo, entre otros parámetros. Estos patrones una vez plantados en campo, son injertados con la variedad de uvas que el viticultor estima por conveniente, dando ello lugar a la planta de viña que podemos observar en cualquier viñedo existente.

El surgimiento de esta actividad investigadora y obtentora de nuevos materiales vegetales de vid, obligó a las distintas Administraciones a crear una normativa reguladora para este tipo de actividades, lo cuál dio lugar al nacimiento del proceso de Certificación de planta de vid vigente en la actualidad, que en un primer momento se centró en el tema de patrones de la vid.

Posteriormente, y con la evolución de la técnica de producción de plantas de vivero de vid, se empezó a producir la planta injertada de vid, esto es, la planta que incorpora ya la variedad de uva ( para producir vino o bien para consumo de mesa ) que el viticultor requiere, conllevando para el mismo varias ventajas adicionales, entre ellas el adelanto de un año en la plantación y evitar pérdidas en el proceso de injertado en campo.

La evolución del mercado obligó también al viverista de vid a producir mayor cantidad de planta injertada y, teniendo en cuenta que la Certificación de patrones de vid ya llevaba bastantes años en funcionamiento, se empezó también a mejorar y obtener variedades de uvas provenientes de selección clonal, adaptándose la normativa existente de forma que regulara también la multiplicación y distribución del material vegetal de variedades de vid, dando lugar al proceso de Certificación de planta injertada de vid.

La selección clonal de una planta de vid, bien sea en patrones o bien sean en variedades, es un proceso de mejora genética de la planta consistente en la selección en un primer momento de una población de cepas con unas características determinadas, y que a lo largo del tiempo se realizan las evaluaciones y controles pertinentes seleccionando unas y desechando otras, encaminadas a conseguir que las plantas que hayan superado todos estos estudios reúnan unas características especificas dentro de su especie y/o variedad: sanidad, productividad, afinidad con patrones ( en el caso de las variedades ), adaptación a los distintos tipos de suelo, calidad de las uvas, tamaño, color, etc.

Posteriormente, las plantas seleccionadas pasarán a una cuarentena que suele oscilar entre 3-5 años para su comprobación mediante los controles pertinentes con el fin de verificar que están exentas de las virosis y plagas que marca la normativa vigente. Finalizado este proceso, obtenemos lo que se denomina una planta Cabeza de Clon, es decir, aquella planta a partir de la cuál se multiplicará dando lugar a nuevas plantas con las mismas características en cuánto a sanidad, producción, etc. que la originaria. Todos estos trabajos de obtención suelen ser realizados por las distintas Administraciones: Estado, Administración Autonómica, etc., que actúan como viveros obtentores. Este tipo de trabajos también puede desarrollarlos la iniciativa privada, bajo supervisión como es lógico de la Administración, a quien compete la calificación definitiva del material vegetal obtenido.

Aparte de los objetivos antes mencionados que se persiguen con la obtención de un material vegetal sano de vid, es evidente, que el objetivo final es la multiplicación del mismo de forma comercial para que el mismo se implante de la forma más rápida en el sector vitivínicola, dado la mejora que supone la introducción de nuevas plantas seleccionadas en la productividad de los viñedos y  en la calidad de las uvas.   

Para ello la normativa vigente, establece los mecanismos y condiciones que se deben de cumplir para poder multiplicar y propagar el material vegetal seleccionado, siendo el sector de viveros de vid quien se encarga de realizar estos trabajos. La multiplicación del material vegetal de máxima categoría se realiza a través de los Viveros Seleccionadores de Vid autorizados, cuya labor se centra en dos tipos de trabajos:

      I.- Realización de trabajos de selección clonal de patrones y variedades encaminados fundamentalmente a la obtención de nuevos clones a partir de variedades y patrones existentes u obtención de nuevas variedades y patrones.

      II.- Como único vivero autorizado, recepción principalmente de las Administraciones públicas  de  dos tipos de material vegetal:

            a).-  Los esquejes leñosos de patrones ( estaquillas ).

            b).-  Las yemas de variedades de uva.

Ambos tipos de material vegetal, en esta fase del proceso,  tienen la calificación  de MATERIAL INICIAL, ( la máxima categoría en el proceso de certificación de planta de vid ) los cuáles se entregan únicamente a este tipo de vivero, debidamente etiquetados, precintados y con sus actas oficiales de entrega. El organismo oficial de control de la Administración competente de la zona, área o región destinataria de dicho material, es el que realizará el desprecintado del material vegetal y emitirá la correspondiente acta de recepción del mismo y en su caso autorizará la multiplicación el mismo.

Siendo que este material vegetal procede de unos campos de experimentación, lo habitual como es lógico, es que las existencias del mismo sean muy limitadas, por cuánto no es finalidad del vivero obtentor/seleccionador producir en grandes cantidades, sino preservar que la multiplicación se realice de forma adecuada para preservar la categoría del mismo. Por lo tanto la cantidad de esquejes a la que tiene acceso el Vivero Seleccionador, es muy pequeña, y es este vivero el que dispondrá de los medios para proceder a multiplicar dicho material de la forma más rápida posible.

Recibido el material, se implanta en contenedores a fin de evitar su contacto con el suelo y en recintos aislados de acuerdo con la normativa vigente, a partir de cual se procederá a la formación de las nuevas cepas, proceso que suele llevar como mínimo 3 años hasta que la cepa esté lo suficientemente desarrollada para poder producir esquejes o yemas de carácter comercial. En este punto del proceso, el material vegetal que se obtiene de estas cepas se calificará como MATERIAL BASE ( una categoría inferior al material Inicial).

El material Base puede ser de dos tipos:                                 

      a) Material Base de patrones.

            Material procedente de los contenedores para producir esquejes leñosos de patrones ( estacas y estaquillas ). Las estaquillas se enraizarán en vivero a lo largo de un año dando lugar al Barbado Portainjerto Base, el cual se comercializará a los viveros multiplicadores de vid para la implantación de campos de cepas madres de patrones categoría Certificada ( una categoría inferior al material Base ) para la obtención de estacas y estaquillas de patrones de categoría certificada. Desde que se implanta en campo este material hasta que obtenemos  esquejes leñosos (estaquillas y estacas injertables ) de material Certificado en suficiente cantidad comercial, suelen pasar como mínimo 3 años.

      b) Material Base de yemas de variedades.

            Material procedente de los contenedores para producir yemas de variedades. Con estas yemas y con las estacas de patrones se producirá la Panta Injertada Base, pues ambos tipos de material en este punto del proceso son de la misma categoría Base. Este proceso de enraizamiento suele durar un año.

Una vez producida la planta injertada enraizada Base, se comercializará a los viveros multiplicadores de vid para la implantación de campos de cepas madres de variedades categoría Certificada ( una categoría inferior al material Base ) para la obtención de yemas de variedades de categoría certificada. Desde que se implanta en campo este material hasta que obtenemos  yemas de variedades de material Certificado en suficiente cantidad comercial, suelen pasar como mínimo 3 años.

El proceso que realiza un Vivero Seleccionador desde el momento en que dispone del material Inicial seleccionado hasta que dispone de planta Base que es la que se comercializa al sector de viveros de vid es muy largo en el tiempo,  con una duración  mínima de 8-10 años.

Siendo que estas circunstancias son las más habituales en este tipo de empresas, el proyecto de implantación de un vivero seleccionador que aspire a tener una buena diversidad de material vegetal de estas características, desde el momento de su creación hasta disponer sus propias colecciones de patrones y variedades seleccionadas para su comercialización, lleva un esfuerzo continuado no menor a 12 años siempre que se disponga o se tenga acceso en el momento de su creación al material Inicial.  Todo ello conlleva a un esfuerzo económico importante y sobre todo un esfuerzo técnico y de voluntad empresarial muy firme.

¿Qué hacemos en selecvid?

Trabajamos en la investigación, selección y certificación de variedades de vid, creando colecciones únicas para el sector vitivinícola.

Investigación

Estudio y desarrollo de nuevas variedades de vid adaptadas a diferentes entornos y necesidades.

Selección

Creación de colecciones exclusivas con variedades diferenciadas y de calidad contrastada.

Certificación

Garantía de autenticidad y respaldo técnico en todas nuestras colecciones.